El liderazgo matriarcal es una realidad común en contextos latinoamericanos tradicionales. A pesar de la influencia del machismo en nuestras sociedades, es usual encontrar familias dirigidas por amas de casa, cuya opinión es determinante para el resto de los allegados.

Aunque muchas de estas mujeres no sustentan la economía del hogar, su voz puede prevalecer sobre la de sus esposos, movilizando a los hijos hacia sus propósitos. Incluso en algunos casos los esposos evitan discutir con ellas y procuran atender a sus demandas para mantener el hogar en armonía.

Esta realidad puede llevarnos a preguntar: “¿Cómo puede ser esto?”

Creo que una respuesta simplista es imposible por la multitud de factores que inciden en esta situación, sin embargo hay un par de aspectos que resultan evidentes.

En primer lugar, el abandono de los hogares por parte de los hombres ha cultivado una solidaridad a ultranza de los hijos hacia las madres. Ellos tienden a ver a su mamá como la fuente de la estabilidad familiar y la parte buena del hogar en contraposición a sus padres ausentes.

Pero un segundo factor determinante ha sido la cultura servicial de muchas mujeres en los contextos latinos. Difícilmente alguno se resiste a una madre atenta y amorosa que día a día deleita a su familia con servicios, abrazos, bocadillos, apoyo y presencia constante. El corazón de los hijos se inclina hacia la bondad presente de sus madres y resulta persuadido por sus cuidados.

En esta sesión consideraremos cómo la mujer de Proverbios 31 encarna esta última cualidad de una manera santa dentro de un hogar funcional. Examinaremos el carácter hacendoso de la mujer virtuosa mediante cinco de sus características en Proverbios 31.

Seremos persuadidos a escoger la sabiduría al estudiar esta cualidad hacendosa de la mujer sabia, siendo impulsados a reflexionar sobre el provecho invaluable del temor de Dios en un caminar cotidiano.

¡Comencemos!

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